¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
Es la incapacidad de digerir el azúcar lactosa que contienen los lácteos debido a la deficiencia de la enzima lactasa (conocido como hipolactasia). Esta enzima rompe la lactosa en galactosa y glucosa para ser posible su absorción en el intestino delgado.
Si la lactosa no se rompe llega al intestino grueso donde la flora intestinal la fermentará. Esto provoca molestias gastrointestinales como sensación de plenitud, retortijones, molestias abdominales, náuseas, flatulencias y diarrea. Estos síntomas aparecen entre 30 minutos y dos horas después de consumir estos alimentos. Cada paciente es distinto y la cantidad de lactosa que puede tolerar es distinta, por lo que se recomienda acudir a un médico especialista para gestionar la intolerancia alimenticia, en el caso de que haya sido diagnosticada.
La mayoría de personas intolerantes a la lactosa pueden tolerar 12 gramos en una única dosis si se ingiere con otros alimentos, sin presentar síntomas, y algunas toleran hasta 24 gramos repartidos durante todo el día. La mayoría presentan síntomas severos si consumen 50 gramos a lo largo del día, pero hay algunas que ya los presentan solamente 6 gramos.
¿A quién afecta?
Entre un 10-15% de la población española es intolerante a la lactosa, porcentaje similar al de otros países europeos y Estados Unidos. China y África Subsahariana tienen la tasa más alta con un 90% de la población.
Esta intolerancia se desarrolla con mayor frecuencia en los años de la adolescencia y de la adultez, ya que se reduce la producción de la enzima como parte del proceso de envejecimiento.
Así como se ha mostrado una mayor incidencia de celiaquía en personas con síndrome de Down, no ocurre lo mismo con la intolerancia a la lactosa. La incidencia de este fenómeno es el mismo que en el resto de la población.
Sin embargo, esta intolerancia puede verse en procesos que alteran las vellosidades temporalmente como infecciones intestinales o en dietas con gluten en personas celíacas y desaparece una vez estas se recuperan. Cuando hay una inflamación intestinal no se puede sintetizar de forma adecuada toda la lactasa necesaria y por eso no se puede digerir bien la lactosa.
¿Hay que reemplazar la leche?
Cuando una dieta se encuentra en equilibrio con proteínas, minerales y aporte energético, ningún alimento es imprescindible. Los lácteos son alimentos de fácil acceso y excelente aporte nutricional, por esa razón se promueve su consumo, especialmente en niños. Los lácteos son los alimentos más concentrados en calcio, y una persona adulta necesita 1000-1500 mg de calcio para mantener un correcto estado de salud ósea.
¿Hay diferencia entre intolerancia y alergia a la leche?
Como hemos dicho la intolerancia se basa en el déficit de la enzima lactasa, y sus síntomas remiten al retirar las proteínas de la leche y reaparecen con la reexposición a la misma.
En cambio la alergia a las proteínas de la leche produce anticuerpos IgE específicos contra estas (caseína, betalactoglobulina y/o alfalactoalbúmina). Las manifestaciones clínicas, a diferencia de la intolerancia, son immediatas por el proceso inmunológico que ocasiona su ingesta: degranulación de mastocitos, la liberación de histamina y serotonina.
El inicio de la intolerancia es más frecuente en los años de la adolescencia y de la adultez, y la alergia a la lecha acostumbra a resolverse espontáneamente entre los 2-3 años de vida, el 95% de los casos se han resuelto a los 5 años de vida.
¿Productos sin lactosa?
La cantidad de lactosa reside en al grado de fermentación del lácteo, un yogurt stendrá menor cantidad de lactosa que la leche, y un queso curado menos que un yogurt. Lo que peor se tolera son altas cantidades de lactosa por lo que los productos fermentados serán digeridos mucho mejor.
La leche sin lactosa contiene los azúcares de esta desdoblados, la galactosa y la glucosa, lo que aporta un ligero sabor dulce.
Debemos tener en cuenta que muchos alimentos precocinados como pasteles, helados, etc. contienen lactosa en su composición para mejorar su textura por ejemplo. Actualmente existen líneas de productos específicas para personas intolerantes a la lactosa.
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