Celebramos las diferencias de cada persona y luchamos por la aceptación social
El domingo 21 de marzo fue el día mundial del síndrome de Down. Un día importante para esta maravillosa comunidad a la que tenemos el placer de formar parte.
Como todos los años asociaciones y familias organizan actividades para celebrar el día de estas personas tan especiales, siempre con el objetivo claro de la integración y aceptación.
Este año la aparición del COVID-19 ha comportado un reto para todos. No poder salir de casa afecta no únicamente a nivel físico, limitando el movimiento y deporte que se puede hacer, sino también a nivel emocional. Por lo que muchas familias han tenido que lidiar con una gran carga. Además, ha significado también poner pausa a muchos proyectos o buscar nuevas maneras de llevarlos a cabo de una forma menos humana, a través de pantallas.
Por supuesto también ha comportado cosas buenas: darnos cuenta de nuestra fuerza interna, el apoyo incondicional de aquellos más cercanos y la gran utilidad de las nuevas tecnologías en situaciones para mantenernos conectado. Y es que somos un ser social y para nosotros sentir la conexión con otras personas es fundamental.
En este factor precisamente se basa la campaña de este año de DOWN ESPAÑA, que como siempre durante estas fechas quiere aprovechar para enfatizar preocupaciones importantes en la comunidad.
La campaña de este año “Que nada nos separe” pone foco en el hecho de que todos somos especiales a nuestra manera, por lo que solo un cromosoma de diferencia no debería influir en como vemos a una persona ni en como la tratamos.
Es una preciosa campaña que apela a la igualdad y inclusión de las personas con síndrome de Down. En muchas ocasiones esas son aisladas socialmente simplemente por ser diferentes. Esto los obliga a vivir en un aislamiento social que no desean y del cual les resulta muy difícil salir.
Todos podemos trabajar y colaborar en que se sienten aceptadas y puedan crear bonitas amistades. Nuestro objetivo es normalizar la inclusión social de las personas con síndrome de Down para que puedan llevar una vida feliz y tener amigos como todo el mundo.
Un año más seguimos luchando por un objetivo común. Aunque avanzamos poco a poco y podemos celebrar pequeñas victorias, no hay duda de que aún nos queda mucho camino por recorrer