¿Sabías que…?

Los niños con síndrome de Down tienen una gran sensibilidad para la música. Todos ellos adoran escuchar música, bailar o cantar en cualquier ocasión. Es quizás una capacidad innata. De hecho, algunas personas con síndrome de Down, pese a sus dificultades de coordinación motriz, han conseguido aprender a tocar un instrumento musical con relativa maestría.

Se ha intentado mejorar la calidad de vida del síndrome de Down por medio de tratamiento musicales –la musicoterapia-, y se ha demostrado que este tipo de terapia ha resultado muy efectiva en los campos cognitivo, social, personal, emocional y fisiológico.

¿En qué consiste la musicoterapia?

La música tiene una gran variedad de funciones, así como estimular la expresión emocional, representación simbólica y estética.

La musicoterapia es la utilización de la música para conseguir objetivos terapéuticos con el fin de facilitar cambios en la conducta. Estos cambios ayudan a que el individuo en terapia se entienda mejor a sí mismo y a su propio mundo, llegando así a adaptarse mejor a la sociedad. (David y cols., 200, citado en Benés de Toro, 2000: 289).

La musicoterapia tanto puede basarse en técnicas en las que las personas con SD tengan que participar activamente (por ejemplo, cantando una canción o tocando un instrumento musical) o bien a través de la escucha y la audición, de modo más pasivo.

Cualquier tipo de música es útil para dicho tratamiento. Sin embargo, si la música escuchada es conocida, los individuos se sienten más cómodos y confiados.

Metodología y etapas para la introducción a la musicoterapia:

Para asegurar el éxito de la técnica es básico seguir una serie de pautas en la estructuración de la misma.

  1. Recogida y análisis de la información: entrevista con los padres, valoración de la historia clínica
  2. Exploración y diagnóstico: sesiones iniciales de exploración
  3. Trazado de objetivos: planteamiento de los objetivos generales y específicos
  4. Planificación del tratamiento: etapas, esquema de las sesiones, actividades y técnicas a realizar
  5. Evaluación y seguimiento: observación diaria, seguimiento mensual.

¿Qué efectos tiene en los niños con síndrome de Down?

  • Desarrollo de la capacidad creativa e imaginativa
  • Estimulación del lenguaje y la memoria
  • Mejora de la disposición ante las relaciones sociales y a adquirir habilidades sociales a la hora de comportarse en grupo
  • Mejora de la autoestima y la confianza
  • Facilita el desarrollo vocal, auditivo y las habilidades motoras
  • Fomenta la expresión verbal y corporal de las emociones

Es importante que la sesión de musicoterapia se acompañe con movimiento. En un principio los movimientos pueden ser libres, pero a medida que la persona interioriza la música, se intenta que estos empiecen a ir coordinados con la música y trabajen la memoria rítmica. Así mismo, se mejora la hipotonía muscular que acostumbran a padecer.

Además, la música también puede tener un papel importante en el ocio de las personas con síndrome de Down ya que, si conocen algún instrumento, se les anima a crear grupos, realizar actuaciones, ir a conciertos, salir a bailar…

Por eso, la musicoterapia se plantea como una herramienta complementaria más en el desarrollo de los niños con síndrome de Down para que puedan adaptarse a sus tiempos y sentirse más valorados e incluidos dentro de su entorno y sociedad, con el objetivo de mejorar su calidad de vida.